Moi, moi même et mon autre personnalité.

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Yo, yo misma y mi otra personalidad. No, en serio, no me voy a describir, no es lo mío decir lo maravillosa que soy. Pero los demás sí podéis hacerlo!!

martes, 23 de septiembre de 2008

¿Segunda semana en Tampere?

¡Hola, gente!

Prometí un post titulado "Segunda semana en Tampere", lo sé. Lo siento, pero es que ahora ya... ¡LLEVO UN MES EN FINLANDIA!

¡Un mesazo, sí señor! Que se dice pronto, pero que son sus 30 días y un montón de situaciones y experiencias en cada uno. Y un montón de gente que hace que mi estancia sea más agradable. Como Ana de Noia, gracias a ella no echo de menos que alguien me llame Martiña :)

Creo que una de las cosas que más me ha costado es adapatarme a vivir en una residencia. La verdad es que no estoy acostumbrada a vivir con gente que no conozco, sobre todo después del año pasado en Vigo. Pero lo llevo bien, normalmente puedo dormir bastante bien y la gente no suele molestar (por lo menos en mi planta, jeje...). Lo que sí es que la gente es algo mala y roba ropa de la sala de secado. Que digo yo, cuánto puede costar un sujetador en Finlandia para tener que quitárselo a otra persona... o unas medias normales... En fin.

El frío está llegando, parece ser, aunque de momento no es inaguantable. Es como un invierno en Coruña, sólo que más seco (y eso se agradece, porque el frío no se mete en los huesos y es más fácil de quitar). El paisaje otoñal de Tampere es precioso: los árboles se van tiñendo de colores dorados, ocres, rojizos... Las calles se llenan de hojas y las setas empiezan a salir por todas partes. De hecho, la semana que viene voy a ir con mi grupo de tutores a buscar setas al bosque; qué tontería, ¡pero me hace mucha ilusión!

Voy haciendo progresos pequeñitos con el finés; no es una lengua imposible, siento desmontar el mito. Mirad, ahora os pongo la hora:
-Mitä kello on?
-Kello on kaksikymmentä yli yksitoista.
Esto viene a ser:

-¿Qué hora es?
-Son las once y veinte.
Toma :P
Y mis clases de alemán... bueno, creo que voy a lle
gar a España con un nivel bastante mejorado de la lengua teutona. ¿Y qué decir de las clases aquí? Que esto es Europa, señoras y señores. Estudiar en esta Universidad hace que me plantee seriamente volver a Vigo. ¡Si es que no tiene nada que ver! Laboratorios de idiomas en condiciones, programas informáticos para prácticas fonéticas, grupos de clase pequeños, profesores que se preocupan por sus alumnos, instalaciones nuevas, ordenadores nuevos... Dios mío, nada que ver. Por supuesto, ¡sin goteras! Aunque eso sí, se echan de menos los caballos...

Bueno, si os habéis pasado por el Fotolog, ya sabréis que acabo de pasar el fin de semana en Tallinn, Estonia. ¿Que cómo se me ocurrió ir a Tallinn? Bueno, fue más o menos así:

Clase de finés, sobre las 12'15 p.m.
Sofía (Barcelona): Eh, Marta, ¿te quieres venir a Estonia el fin de semana del 19?
Marta (Oseiro city): Mmm... Vale.

Vista nocturna de Tallinn

Así fue cómo pasó. ¡Gran finde en Tallinn! Recomiendo a todo el mundo que visite la ciudad, no les va a decepcionar. Voy a hacer propaganda: id a los restaurantes Peppersack (que, por si no se pilla el nombre, tiene un saco de pimienta colgado de la fachada) y al Olde Hansa, que también cuenta con tienda de artesanía medieval y un puesto de... ¡garrapiñadas! Por Dios, qué ricas estaban, ni punto de comparación con las de las ferias españolas... Dios... La gente muy amable, la comida riquísima y el precio asequible. Sí, recordad que en Estonia no tienen el Euro, sino la Corona (EEK), que equivale a poco más de 60 céntimos de euro. Por cierto, la estancia fue en un albergue que también estaba en la ciudad vieja, el Alur. Unos 9 euros la noche, habitación con baño decente, camas decentes... Perfecto para un fin de semana de un grupo de estudiantes.

También pasamos por Helsinki, donde cogimos le ferry hacia Tallinn. Helsinki es grande. O quizás es que estoy acostumbrada a Tampere... En Helsinki se nota la influencia tanto rusa como sueca; de hecho, hay calles en las que el nombre aparece en los tres idiomas. No nos dio tiempo a ver mucho, sólo un poquito del centro. Tengo que volver y explorar la ciudad más a fondo.

Catedral de Helsinki

¡Ya hice mi primer "trabajo" escolar serio! Leer Sense and Sensibility, de Jane Austen, y hacer una redacción con mi impresión sobre la novela. Suerte que ya la había leído hace tiempo y también visto la peli varias veces... porque no me daba tiempo a acabarla... ¡Pero lo conseguí! Y estoy orgullosa :)

Y poco más, gente. Hoy estoy cansadita (porque ayer por la noche la musa no quería venir y estuve toda la noche sin dormir para hacer la querida redacción -para que hoy el profesor dijera que si no la entregábamos hoy, no pasaba nada, con tal de que fuera esta semana...-) y la mente no quiere trabajar.

Así que me despido por hoy y ya nos leeremos. Sed buenos, no peguéis a nadie y no queméis cosas aunque os lo diga la vocecita que tenéis en la cabeza -a veces se aburre y se burla de los demás.

Moi!!

martes, 2 de septiembre de 2008

Primera semana en Tampere

¡Una semana ya! Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo, ¿verdad? Desde que llegué el viernes pasado no he parado, así que hoy, que es domingo y hasta Dios descansó, me toca a mí estar de tirada :)

¿Y qué ha pasado esta semana, Marta? ¡Cuéntanos cosas! Bien, no os preocupéis ni alborotéis, que enseguida lo cuento todo.

Creo que la mayoría sabe de mi aventura en Barajas y en Estocolmo, así que no diré nada al respecto. La verdad es que sí, fue estresante y agobiante, pero también me hizo sentirme orgullosa de mí misma por haber sabido defenderme por el mundo adelante. Creo que mis padres están muy orgullosos de mí :)

El viernes fue día de dormir. Dormir, dormir y dormir... y disfrutar de poder ponerme ropa limpia después de estar miércoles, jueves y viernes por la mañana con la misma y lavar a mano los calcetines y la ropa interior en los hoteles. Ese día recuperé parte de mis energías...

¡Y claro, por fin pude ver a Laura en persona! Dejó de ser un ente cibernético para convertirse en una persona pequeñita pero muy grande, tan buena conmigo que aún no sé cómo agradecérselo.

Laura me enseñó los sitios más importantes el sábado, un día en el que casi muero después de andar por toda la ciudad. Me llevó a mi futura residencia, Lapinkaari, que no es que sea la mejor residencia del mundo... pero tengo un techo donde vivir, que es más de lo tienen muchos alumnos que se quedaron sin alojamiento este año. Cerca de la residencia hay un lago enorme, Näsijärvi, y es un lugar increíblemente hermoso. Y en invierno, cuando el lago se hiele, tiene que serlo aún más.

El domingo fuimos de excursión a Kangasala, una ciudad cerca de Tampere. Hizo muy buen día, el sol calentaba, el cielo estaba despejado... Un perfecto día de verano. Fuimos Eva, una chica italiana amiga de Laura, Laura y yo. Lo pasamos bastante bien (al menos yo :) ) y aunque no vimos mucho de la ciudad, porque en el mapa parece pequeñita pero... tienes que recorrerla en coche..., pues lo que vimos nos gustó.
La iglesia del siglo XVIII era increíble. Entramos y estaba sonando un órgano desde lo alto, era un instrumento enorme, y resulta que estaban ensayando para un bautizo. Y nosotras ahí, haciendo fotos, en plan turistas. Luego empezó a llegar toda la gente, trajeada, y los padres con la criatura. Fue bastante simpático :)
En Kangasala también hay un lago enorme, muy bonito. El agua tenía una temperatura agradable (aunque sólo metí la mano...). Había una competición de piraguas de niños y era muy gracioso escuchar a los padres y amigos gritando y animando en finés. Nosotras también aplaudimos al final, por eso de unirnos a la fiesta. Qué rubios son los niños fineses...
Luego decidimos ir a comer, sobre las cinco de la tarde... Fuimos a un pizza-kebab, que aquí los hay como setas, como tiendas de los chinos en España. Obviamente lo regentaba un turco, que empezó a hablar con nosotras y a decirnos que era un "business man", que tenía negocios en Turquía, en Italia, en Alemania y en no sé dónde más... Qué risas, en serio. Las tres estábamos pasmadas con el señor este :) Luego venga a decirnos que él iba a Tampere y que nos podía llevar, o que nos podía llevar a la otra parte de la ciudad, que no le imortaba. Por supuesto le dijimos que no, que muchas gracias pero que no era necesario. Yo creo que el hombre se ofendió un poco... Pero es que es lo primero que te enseñan tus padres: "no hables con extraños"... ni dejes que te lleven en su coche.

El resto de la semana transcurrió entre burocracia y conocer a gente en la Uni. Comer en e comedor todos los días y reunirse con gente (españoles, portugueses, italianos, etc.). La universidad de Tampere es multicultural, y mi resi también, que hay chinos, alemanes, franceses, lituanos...
La comida del comedor... bueno, está bien. Lo que pasa es que nunca sé si la estoy combinando bien cuando la cojo (es tipo catering)... Pero bueno, hambre no paso :)

Esa semana, el martes, tuve una experiencia periodística :) Resulta que cuando estaba con un grupo de amigos españoles y una chica italiana y la tutora de todos, nos hicieron una entrevista y nos sacaron unas fotos para el periódico Aamulehti, un periódico finés. ¡¡Moló un montón!! Nos llevaron a la torre Pynnikki, un mirador desde el que se ven los dos lagos de Tampere y toda la ciudad. Desde luego, fue un día increíble.

El jueves fui a la Policía a registrarme, por eso de no vivir como una inmigrante ilegal y esas cosas. Convertirse en ciudadano temporal en Tampere (o enFinlandia) cuesta 45 euros. Sí, ser ciudadano también cuesta. Aquí cuesta todo. Menos mal que el agua del grifo está riquísima y se puede beber perfectamente...

El viernes salí por la noche con Laura y dos amigos suyos, Carlos (de Brasil) y Carlo (de Italia) -curioso, lo de los nombres :) Fuimos a un sitio que se llama Ruma, en el que ponen música alternativichachi y popera que mola para bailar. Me lo pasé muy bien, la verdad :) Los fineses tienen un estilo peculiar para bailar, es muy divertido. Claro que hay quienes bailan "normal", pero luego hay ciertos grupos que bailan... a su manera. Por eso me dijeron que "aquí puedes aprovechar para bailar como te dé la gana, porque no desentonas". Y sí, es cierto :P

El sábado fue mi primer día de... ¡¡sauna!! Fui con Laura y con Carlos y Carlo. Bueno, al principio no era muy cómodo (más que nada porque Carlo echó demasiada agua a las piedras y la temperatura subió demasiado -pensé que se me quemaban los ojos, en serio), pero luego ya todo estuvo genial. No es muy agobiante, porque es cuestión de entrar y salir a refrescarte. Fue divertido, sí. Por desgracia, hay alguna foto clandestina de ese momento... Nunca la veréis.

El sábado también fue un día triste: Laura se marchaba por la noche hacia Helsinki para coger allí el avión hacia Londres. Parece mentira, pero me afectó muchísimo. Le había cogido tanto cariño y estaba tan acostumbrada a estar con ella, que me resultó muy duro dormir sola en la habitación aquella noche, desayunar y comer y cenar sola al día siguiente... Fue duro, sí. Cuando subió al bus, casi lloro. En fin. Pero había que seguir adelante :)

Así que el domingo fue un día... aburrido, triste y solitario, dedicado a hacer la maleta y preparar las cosas para la mudanza a Lapinkaari. No hice nada más. Tampoco estaba con ánimos.

Y así fue la primera semana en Tampere, queridos lectores. Es una versión resumida porque, la verdad, no llevo un diario para anotar todo lo que hago cada minuto :P Pero se entiende más o menos lo que fue, ¿no?

El siguiente post será "La segunda semana en Tampere: asentamiento".

¡No os lo perdáis!

Bicos, xente.

Quérovos!