Segunda entrada

¡Boa tarde, xente!
Una nueva entrada para un nuevo día. No puedo comentar mucho porque el estudio me reclama, esa estúpida asignatura que no sirve para nada pero que tengo que aprobar para tener mi título.

Hoy hace un típico día invernal en Vigo, ya era hora de que llegara el invierno a Galicia, la verdad. Por fin llueve decentemente, es increíble que por aquí tengamos falta de agua. ¡Y así es el cambio climático! Pero nos daremos cuenta de que el mundo está perdido cuando el calentamiento global haya derretido los polos, el nivel del mar haya subido y España sea un desierto. ¡Y no quede agua para los campos de golf!

Bien, momento reivindicativo del día. Gracias.

En fin. Hoy ha sido un buen día, a pesar de la empanada mental de primera hora y la correspondiente bronca de la profe. Pero por lo demás, he aprendido cosas muy interesantes. Como por ejemplo... que en el Sur de Alemania, el día de Navidad no viene Weihnachtsmann (el Papá Noel teutón), sino... ¡el mismísssssimo Niño Jesús! Que baja desde el Cielo a la Tierra para dejarnos regalitos debajo del árbol de Navidad. Pero no lo vemos porque es invisible. Así como lo cuento. Ich flippe aus! Otros mundos, otras culturas.

Y hasta aquí mi post de hoy. Un saludo a los niños que viven en el Sur de Alemania, Austria o Suíza, que creo que por allí es la misma creencia. Yo también fui niña. Y mis peluches hablaban cuando yo salía de mi habitación.

Bicos!